Dime qué comes y te diré qué enfermedad previenes

“Que el alimento sea tu medicina, y tu medicina sea el alimento” dijo el célebre filósofo Hipócrates, considerado el padre de la medicina, quien hace más de 1000 años, ya nos hablaba de: PREVENCIÓN y CURA para las enfermedades. Y es que me resulta impactante que viviendo en pleno siglo XXI, con las mejores tecnologías y la información casi inmediata de cualquier tema, nos olvidamos por completo de lo que se ha estudiado y sabido desde hace mucho, mucho tiempo.

La medicina actual está principalmente enfocada en el tratamiento, precisamente porque es mucho más “conveniente” o, mejor dicho, rentable, vender medicamentos y terapias, que promover un estilo de vida saludable. 

Hoy en día se sabe que el 95% de las enfermedades son causadas por los hábitos que llevamos. Gracias a la EPI-GENÉTICA (“epi”: por encima, es decir, sobre los genes), sabemos que más que enfermedades “hereditarias”, son las costumbres, creencias y hábitos aprendidos lo que nos puede llevar a desarrollar una enfermedad o no… y el cáncer no es la excepción. 

El cáncer es el resultado de una acidez humoral en el cuerpo, entonces, si las células se encuentran en un medio ácido, tratarán de sobrevivir, tienen diferentes maneras de hacerlo y una de ellas es MUTANDO, lo que es igual a cáncer.

Existen diferentes factores que vuelven a tu cuerpo ácido, por ejemplo:

  • Alimentación alta en carbohidratos.
  • Consumo de tabaco y alcohol.
  • Alimentos y bebidas industrializadas y embutidos.
  • Consumo en exceso de lácteos y alimentos de origen animal.
  • Sedentarismo.
  • Consumo frecuente de fármacos.
  • Pensamientos y emociones tóxicas. Recuerda que las emociones SÍ IMPORTAN y tienen una relación directa en cómo tu organismo reacciona ante agentes patógenos, en la asimilación de los nutrientes y el metabolismo en general. 

Para lograr equilibrar la acidez en el cuerpo y se encuentre en estado óptimo, te recomiendo llevar un alimentación ALCALINA, es decir, una dieta más “vegetariana” por así decirlo (sin caer en extremos): consumir abundantes vegetales frescos y de hoja verde, grasas saludables (semillas y nueces), moderado consumo de carbohidratos (incluyendo las frutas) y alimentos de origen animal, tratar de eliminar de tu despensa los alimentos industrializados. Recuerda que entre más natural sea tu alimentación, más asimilable es para tu organismo y, sobretodo, más NUTRITIVA (volver a lo básico, siempre es mejor).  

Nuestro cuerpo es tan perfecto, que tiene la capacidad de revertir la acidez, que hasta cierto punto es “normal”,  como parte de un proceso propio del cuerpo de desintoxicación y limpieza. El problema viene cuando “los filtros del cuerpo” (pulmones, hígado y riñones) que se encargan de esta limpieza, se “tapan” o enferman.  

Por eso es muy importante darles el cuidado adecuado, a través de la alimentación, claro, pero también hay otros métodos muy efectivos como el ayuno, que promueve la “autogafia” (proceso por el cual las células se “comen” sustancias o metabolitos que les puedan causar daño), la actividad física regular (hacer ejercicio físico oxigena y pone en marcha cascadas hormonales favorables para el cuerpo y mente) y, súper importante, la terapia psicológica, esta última siempre va de la mano con la alimentación.  

Tu cuerpo es tu casa, tu templo… es sagrado, lo vas a tener toda la vida. Muéstrale respeto dándole lo mejor siempre (calidad), no lo dudes, es el mejor acto de amor propio que puede existir. Comienza de adentro hacia afuera, sé el ejemplo para tu familia, amigos, compañeros. Sé factor de cambio en este mundo, empezando por ti. Y recuerda, si quieres desaprender lo que venías haciendo por costumbre o porque así te enseñaron, y deseas aprender a crear hábitos para estar sano, debes hacerlo guidado por profesionales.

Por: Luisa Fernanda Guerrero Nutrifik-T

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