Sabemos que la actividad física en general y el deporte en particular inciden sobre aptitudes físicas de forma evidente, pero también lo hacen sobre la memoria.
Recientes investigaciones han estudiado este fenómeno probando sus resultados, aunque no todos los tipos de ejercicios intervienen de igual forma sobre ella.
Memoria y ejercicio
Hasta hace algún tiempo se desconocía cómo el deporte afectaba a los distintos tipos de memorias. Diferentes estudios avalan esta relación afirmando que con ejercicio físico se realza la función del hipocampo incrementando la memoria a largo plazo en comparación con la población que no lo practica regularmente, cuyos niveles son inferiores y la pérdida de información es aún mayor.
Otro estudio concluye en que la actividad del lóbulo parietal y frontal decrece considerablemente en aquellos individuos que menos practican actividad física, influyendo directamente en los procesos neurales de la memoria. Todas las referencias bibliográficas apuntan a que el mejor tipo de ejercicio para realizar es el aeróbico, siendo éste el que más tiende a mejorar la memoria, tanto en niños como en adultos.
Diversos estudios afirman que el ejercicio físico actúa específicamente sobre dos tipos de memoria:
La memoria a largo plazo. Es la que utilizamos pasado un cierto tiempo, cuandorecurrimos a los recuerdos almacenados en nuestro cerebro.
La memoria implícita. Es aquella en la que las experiencias anteriormente determinan la efectividad de una tarea, algo muy relacionado con la práctica deportiva. Los automatismos aprendidos o la técnica de cualquier deporte se rigen por este tipo de memoria llamada memoria motora, y la utilizamos para aprender movimientos coordinativos como montar en patineta o en bicicleta.
Aprendemos a realizar un desplazamiento almacenando los parámetros que debemos seguir para completarlo durante muchos años de nuestra vida.
Una investigación sobre este tema concluyó afirmando que bastan 15 minutos de ejercicio físico intenso para que el aprendizaje motor sea eficaz a través del aprendizaje de los movimientos.
Cabe señalar la gran cantidad de trabajo que aún queda por descubrir acerca de los beneficios de la actividad física y el deporte, aunque es una evidencia que las mejoras en la calidad de vida de la población son sustanciales. Estos aprendizajes aumentan su importancia en edades tempranas ya que determinarán en buena medida las capacidades del niño.
Ya sabes, si quieres reforzar tu memoria practica actividad regularmente.
Redacción: Irma Gómez
